El fútbol, considerado el deporte rey por multitudes, no está exento de polémicas y decisiones arbitrales cuestionables. A lo largo de la historia, algunos partidos han quedado grabados en la memoria de los aficionados como mayores robos de la historia del fútbol, donde el resultado final no reflejó lo que sucedió en el campo.

Mayores robos de la historia del fútbol

En este artículo, repasaremos algunos de estos encuentros emblemáticos, analizando las jugadas y decisiones que generaron tanta controversia y los jugadores que, para algunos, se convirtieron en protagonistas de la injusticia.

Mano de Dios y gol del siglo: Argentina vs Inglaterra, Mundial México 1986

Sin duda, uno de los mayores robos de la historia del fútbol se vivió en los cuartos de final del Mundial de México 1986 entre Argentina e Inglaterra. El primer gol albiceleste, anotado por Diego Maradona, quedó grabado en la historia como la «Mano de Dios», ya que el astro argentino la empujó con la mano por encima de Peter Shilton.

Minutos después, Maradona anotó el segundo tanto, considerado por muchos el «gol del siglo», tras eludir a medio equipo inglés y definir con una exquisita vaselina. Si bien Argentina ganó el partido y el Mundial, la polémica por la mano de Maradona sigue viva hasta el día de hoy.

El «Tamayozo»: River Plate vs Boca Juniors, Copa Libertadores 2019

El fútbol sudamericano no está exento de mayores robos. En la final de vuelta de la Copa Libertadores 2019, River Plate y Boca Juniors se enfrentaron en el Monumental. Tras un partido reñido, el marcador quedó empatado 1-1, lo que obligó a ir a un alargue.

En el minuto 118, cuando Boca parecía tener el control del partido, el árbitro Patricio Loustau cobró un penal polémico a favor de River Plate, ejecutado por Gonzalo Martínez y que significó el 2-1 final. La decisión arbitral generó una ola de críticas y protestas por parte de los jugadores y aficionados de Boca, quienes consideraron que el penal no existió.

Mayores robos de la historia del fútbol

La «Remontada del Madrid»: Real Madrid vs Bayern Munich, Champions League 2017

La UEFA Champions League también ha sido escenario de mayores robos. En las semifinales de la edición 2017, el Real Madrid enfrentó al Bayern Munich en el Santiago Bernabéu. Tras un partido de ida favorable al Bayern (2-1), los merengues llegaban a la vuelta con la obligación de remontar.

El partido en el Bernabéu estuvo marcado por la polémica. Un penal dudoso a favor del Real Madrid, transformado por Cristiano Ronaldo, abrió el marcador. Posteriormente, Sergio Ramos anotó un gol en fuera de juego y el árbitro Gianluca Rocchi no lo anuló. Finalmente, un gol de Karim Benzema en el último minuto selló la remontada madridista (2-2 global y 4-2 en penales).

El «Camp Nouzo»: Barcelona vs Chelsea, Champions League 2009

Otro partido de Champions League que quedó grabado en la memoria como uno de los mayores robos de la historia del fútbol fue la semifinal de vuelta de la edición 2009 entre Barcelona y Chelsea. Tras un empate 0-0 en la ida en Stamford Bridge, el Barcelona recibía al Chelsea en el Camp Nou.

El partido estuvo plagado de tarjetas amarillas y expulsiones para el Chelsea, incluyendo una roja directa a Didier Drogba en la segunda mitad. A pesar de la inferioridad numérica, el Chelsea logró defender el resultado y llevar el partido al tiempo extra.

En el último minuto del alargue, Andrés Iniesta marcó un gol agónico que clasificó al Barcelona para la final, desatando la euforia de los aficionados locales y la desolación de los jugadores del Chelsea, quienes consideraron que habían sido víctimas de una injusticia arbitral.

El «Non-Goal»: Italia vs Alemania, Mundial Italia 1990

El Mundial de Italia 1990 también tuvo su robo. En la semifinal entre Italia y Alemania, Andreas Brehme anotó el único gol del partido en el minuto 65. Sin embargo, pocos minutos después, Roberto Baggio envió un potente disparo que impactó en el travesaño alemán y rebotó claramente dentro del arco, sin que la pelota cruzara la línea de gol.

A pesar de las protestas de los jugadores italianos y la evidencia televisiva, el árbitro argentino Juan Carlos Loustau no dio por válido el gol.

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